10 años atrás, cuando recién iniciaba mis pasos en las tiendas de retail vino una revolución de marcas que golpeó el mercado.
La presencia de la marca era necesario, trabajaba en ese momento para una marca internacional y nuestra misión era exhibir los productos en la mejor posición de la tienda, agrupar la mercadería, de manera que el cliente que entre buscando la marca X sepa dónde encontrarla, por tipo y tamaño, en el caso del consumidor.
Un par de años después, las cadenas percibieron este interés de las marcas y con una revisión estadística de la preferencia del cliente, decidieron segmentar por marcas los espacios de sus almacenes, dichos espacios, serían negociados y "entregados" a las marcas para su mantenimiento, de manera que peleen en "piso" por llamar más la atención, si alguien buscaba un Sony, claramente lo identificaba, al igual que un LG, Samsung, Panasonic, etc.
Antes sólo manejabamos CRT, con diferentes características, digitales o análogos. Planos o Convencionales. En la actualidad la línea se ha expandido, no sólo en diferentes tamaños sino en tecnologías. CRT con pantalla plana pantalla tradicional (para los que lo siguen comercializando) LCD, LED, Plasmas, con una amplia gama de características, HD, Full HD, Smart TV, etc.
Cada cliente va a un almacén buscan "algo que cree conocer" y es asesorado por los conocimientos de un vendedor, según la teoría más sencilla.
Antes, un vendedor podía manipular el cierre de una venta a una marca de su preferencia (no estamos hablando de cuán correcto haya sido esa técnica, ojo), su preferencia pudo haber sido por conocimiento, por un buen respaldo de garantía y hasta en ciertos casos, por una motivación específica que la marca le ofrecía.
En la actualidad, hay más información en el mercado, que el cliente digiere, más lugares de donde un cliente consulta y generalmente viene a nuestros almacenes con una idea preconcebida.
Ahora, venden más conceptos que marcas, el que más ahorra, el de mayor nitidez, el de mayor duración, mayor interconexión con otros electrodomésticos, etc., por ende al cliente que deseaba una marca por tradición, respaldo puedrá ser posible que ahora cambie su marca por conceptos?
Lo ideal sería trabajar en la necesidad de segmentos de consumidores de una marca o de un producto y potencializarlo, llegando a través del concepto (por la parte humana, que es donde nos lleva la tendencia) sin olvidar mencionarle la marca al cierre de la venta.
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