jueves, 22 de julio de 2010

Piensa Positivo (D1)

He decidido empezar a tener mente positiva y a ayudarme a mi misma a cambiar mi mentalidad frente a diversos inconvenientes diarios, bueno, en realidad siempre tiendo a verle el lado positivo a las cosas, pero no descarto que en los momentos de "acción" mi impulso es visceral y no con muy buena cara que digamos.

Ayer pasé por la gasolinera para coger algo rápido para comer, porque era uno de esos días en donde todo se acumuló y me tocaba almorzar en el carro, mientras manejaba. Sali de "snack bar" y ¡oh noooo! alguien había tenido la fantástica idea de parquearse perpendicularmente y corchar (taponar) 3 autos, uno de ellos el mío.

Encendí mi chip de "piensa positivo" y evitar enfadarme y obtuve 3 respuestas.
1. No hacer nada y lamentarme levemente por la pérdida de tiempo.
2. Salir, golpeándolo levemente en la punta, total quién lo manda a parquearse de esa manera arbitraria.
3. Ver si el carro está en neutro y empujarlo.
 
La tercera opción me hizo sonreir, porque imaginé la cara de la persona saliendo y viendo que su carro no estaba donde lo había dejado, así que asumí que era la mejor solución, todo lo que viene acompañado de una sonrisa es bueno.

Esta es la descripción de la escena:
Un señora mayor, acalorada y completamente mal humorada (le conté las arrugas, eran miles), había decidido clavarse en el pito del vehículo para "apurar" al creativo individuo destacado por su parqueo y estaba molestando a todos los que estaban afuera de la estación por oirla (estoy plenamente segura, que el humor de las personas es contagioso y ella lo estaba transmitiendo). 
 
Entre el calor guayaquileño, la señora fastidiada, la gente indispuesta, el carro cruzado y el tiempo que apremiaba, he salido corriendo en tacos, TACOS, dispuesta a empujar el carro del señor, lo suficiente como para que la señora también salga y deje de pitar.

Al acercarme al auto, noto que estaba encendido y en él estaba su copiloto, un adolecente de unos 17 años, con una cara de querer morirse entre el calor y la bulla, por cortesía le pregunto "¿Están las llaves puestas en el switch?", mientras sin esperar su respuesta, abrí la puerta del carro del desconocido y dije a continuación "lo siento, pero estoy de apuro".

Me metí en el carro, di retro, veo que aún corchaba a la señora (quién no había dejado de pitar), lo moví aún más, salí del carro al huelo le di las gracias al confundido copiloto, quién por su serenidad, creería que es algo muy común en su vida de que algún desconocido le mueva el carro porque ni se inmutó.

Salí corriendo a mi auto y vi que lo había dejado abierto, con la llave en el switch, con la cartera a lado de la ventana que se encontraba abierta, tenía un letrero que decía ROBENME AHORA QUE TIENEN CHANCE, pero no... todo estaba en orden, me subí sonriendo, me fui sonriendo y en el momento en que me le adelanté a la señoró se dió cuenta de que yo no era la dueña del carro imprudente (seguro mientras daba retro del carro desconocido invocó a la dignidad de mi pobre madre).

Hicimos contacto visual por los espejos y le hice de la manito y mi día continuo...

Lo que pudo haberse convertido en un malestar, enojo y agrura intestial, se ha convertido en una innovadora anécdota y por lo vivido, por lo menos para mí, de las buenas, sólo por la sencilla razón de decidir, que hoy no me voy a molestar.


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