miércoles, 20 de junio de 2012

De 3 a 5 con ayuda musical

 
(escuchar mientras lees)

Pues hoy amanecí un poco mejor del cuello, aunque ciertos movimientos básicos como peinarme, siguen generándome una ligera molestia.

El clima no fue el mejor para salir, de hecho me tenía un tanto nerviosa, había llovido la mañana, así que salí una hora más tarde de la habitual esta semana, para no salir con lluvia directamente.

El piso mojado y las veredas son adoquinadas, así que tenía que ir con cuidado para evitar resbalarme.  Detecté con dos pasos de distancia que había un adoquín flojo, ya que estaba al pie de un pequeño charco que burbujeaba levemente, así que lo esquivé para evitar que me salpique un poco de lodo.

Seguí avanzando, controlando el tiempo y las palpitaciones (es que me compré un nuevo reloj para iniciar esta etapa y confieso estar emocionada con mi juguete nuevo). 

Todas las calles estaban húmedas al igual que los alrededores del parque, que cada día no importa cuán gris esté, debo confesar que es grande y hermoso (para los que estoy acostumbrada a ver), no me canso de ver las amplias áreas verdes y los caminos bordeados por árboles (mañana subiré unas cuantas fotos, para que lo conozcan).

Pero regresando al entrenamiento, esta semana según el plan escogido debo "caminar rápido y trotar suave" durante 40 minutos, en donde tengo 3 intervalos de 2 minutos c/u para los trotes.  En realidad he estado haciendo 1 hora de ejercicios, porque me demoro casi 20 minutos en llegar al parque y había preferido, que los intervalos de trotes me toquen en el parque para aprovechar el oxígeno de las plantas presentes.

Ayer como estaba adolorida, no quemé la misma cantidad de calorias que el día 1 y la media de las palpitaciones había bajado, para lo cual pude concluir que ayer no me esforcé tanto como el día anterior a ese, por ende hoy, en lugar de hacer 3 trotes de 2 minutos, decidí hacer 5.

Claro que los otros dos, por cuestión de tiempo, me tocó hacerlos ya de regreso a la casa y no en el parque como hubiese preferido..

Vivo en la punta de una loma y los dos caminos que tengo para llegar a mi casa, incurren en una pronunciada subida, no feliz con tener este conocimiento, me tocaron los últimos 2 minutos del intervalo final trotarlos en pendiente, pero como siempre, hay alguien que me ayuda hoy, salió una canción de uno de mis cantantes favoritos (Miguel Bosé) "...y como un lobo, voy detrás de ti, paso a paso tu huella he de seguir...."  "...aullando fuerte woh, woh, woh!, miénteme y di que no estoy loco..." no me pregunten cómo, pero troté en pendiente al ritmo de la música y me sentí como un lobo, inagotable y fuerte.

Sonrío mientras concluyo y agradezco, por esos regalos simples de la vida, que suceden cuando crees que un asunto se va a complicar, pero dan un giro y terminan siendo una grata experiencia.



Enlaces similares:
Día 1 , Día 2

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martes, 19 de junio de 2012

¡Ah mueve el cuello!

Desde los 5 años practiqué gimnasia olímpica hasta los 10 años aproximadamente.

Me encantaban las prácticas de estilo libre en suelo, biga y las barras asimétricas. Pensaría que la razón de caminar siempre erguida viene por ciertas posturas que debemos de aprender con la práctica de este deporte.

De adolescente empecé a ir a fiestas y como todos a esa edad, estamos expuestos a que en cualquier momento salga algún bromista. Se dieron cuenta que cuando bailaba "no movía el cuello", de hecho hasta la fecha no lo muevo y si me preguntan cómo se mueve el cuello al bailar, la respuesta es 'no tengo la menor idea', pero supongo que debe ser algo parecido a estos muñequitos con el cuello de resorte que mueven la cabeza según como los muevas a ellos.

No felices con detectar que "no movía el cuello al bailar", empezaron a seguirme para ver qué más no podía hacer, así que se ponían detrás de mí y decían mi nombre en alto, yo no giraba la cabeza sino que giraba casi medio cuerpo para voltearme, pero yo les pregunto, es que a caso si alguien detrás de ti dice tu nombre, ¿giras el cuello como Linda Blair en la película El Exorcista? ¡No! ... bueno, al menos yo no, yo no la puedo girar. Por ende para no alargarles el cuento, resulta que cada vez que pasaba frente a alguien me gritaban '¡Ahhh mueve el cuello!'.

Pero las bromas perduran cuando al burlado se siente afectado y en esta ocasión fue de corta duración, porque la verdad es que a mí también me daba gracia que me digan que no movía el cuello.

Como recuerdan ayer empecé a hacer ejercicios (El nuevo inicio), pero hoy he amanecido con una tortícolis terrible, me duele (porque el dolor ha continuado) hacer cualquier tipo de movimiento desde la mitad de los hombros hasta la nuca y como para no hacer las cosas, lo único que necesita alguien es crear una excusa, pues he obtenido la excusa perfecta.

Pero he decidido obviarla y continuar con mi objetivo de hoy.

Ahí me encontraba yo, recorriendo las calles de mi ciudad rumbo al parque donde hago la rutina, cruzar la calle como deporte extremo, debería de llamarse realmente esta entrada, pero debo confesar, que después de la primera, fue realmente divertido, porque ahora sí no podía mover el cuello en lo absoluto, así que mientras hacía un esfuerzo sobre humano para cruzar y cumplir con mi objetivo de hoy, escuchaba entre mis recuerdos esas risas acompañadas del grito "¡ah mueve el cuello!", que creo que realmente fueron las que ayudaron a cumplir con la tarea de hoy, porque evidentemente, mientras te ríes no tienes tiempo para quejarte.

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lunes, 18 de junio de 2012

El nuevo inicio

Entonces hagamos un breve resumen.

Definitivamente tengo un problema asimilando mi herencia paterna.

Un día le dije a mi papá 'Claro a mi hermana le diste los ojos verdes maravillosos que tiene y a mí qué me llegó, la papada'. No importa cuán delgada me encuentre, ella siempre me acompaña, claro, en menores proporciones según el peso.

Mi estructura ósea es muy parecida al de las mujeres por ese lado también, finas en la parte superior y con buenas piernas, claro, si estás delgada eres un mujerón, con mi prima, hija de la hermana menor de mi papá, que tiene casi 40 años y está regia.

Pero como para mí "cuidarse" es aburrido y tedioso, porque siempre me la paso haciendo alguna otra cosa que a mí me entretiene más, pues no me he mantenido como mi prima.

Por ende, siempre me preocupo cuando subo de mi peso ideal, el mismo que es 52 kilos.

Empiezas a engordarte de a poco y tu cerebro no se da cuenta que tu cuerpo está cambiando, hasta que al comprarte ropa, vas a tu almacén de frecuencia, pides la misma talla y sorpresa ¡se ha encogido! 

En otras ocasiones vuelves a ir a comprar algo y ha coincidido que te encuentras con tu visita mensual para lo cual concluyes que estás "hinchadita".

Luego vas a una reunión y te toman una foto y pides que la repitan, porque en esa "se te ve gorda".  La cosa es que pasan 3 años y has ganado 13 kilos ya has cambiado de talla, pero sigues sin acostumbrarte a ese nuevo look, un día le conversé a otra prima 'no sé qué le queda bien a este nuevo cuerpo, nada le luce'.

Pero sigues sin encontrar qué hacer, porque el cansancio es más fuerte a la hora de salir del trabajo y cuando no tienes trabajo estás en la búsqueda viendo qué cosas nuevas puedes crear y cuando te vuelves a ver en otra foto y observas tus expandidos cachetes y tu mejor y engrandecida papada, dices '¡mierda! no he bajado un sólo gramo' y la voz que siempre te acompaña tose y te dice "perdón pero qué has hecho al respecto, o sea para subir has hecho 2 cosas, comer más y no hacer nada, pero para bajar, ¿qué?".

Y la "tierna" esa tiene razón, que es lo que más me molesta, es que uno llega a creer que va a desaparecer en algún momento, como si fuera magia.

Pues aprovechando que me encuentro en una ciudad tranquila con parques grandes y que estoy entrando en la época de verano, es decir, el clima está mejorando cada vez más, pues he decidido volver a empezar. Recuperar mi estado físico, tener un control de lo que como, grasas, harinas, dulces.  Busqué un plan para empezar a correr bajo las condiciones que actualmente me encuentro y ver qué pasa en el camino.

Una amiga, empezó a correr dos años atrás, como una forma de distraerse por ciertos problemas que la agobiaban y siempre me habla de cómo empezar, hace un mes le dije 'es que el problema es que para mí correr es aburrido, estar ahí corriendo, la verdad no lo entiendo, no lo siento, no me nace, la resistencia y yo no jugamos en el mismo bando'.

"¡Cof! ¡Cof!" Tose de nuevo aquella voz amiga y escucho a lo lejos "La resistencia en el deporte es como la paciencia en la vida real, los resultados se ven después de la perseverancia de ambos".

Lo he entendido y hasta tiene que ver por lo que estoy pasando actualmente, la situación vivida es un tanto compleja por aquí y las oportunidades no son las más esperadas, así que después de un tiempo empecé a desesperarme por no ver los resultados que he esperado. Pero es verdad, "La resistencia en el deporte es como la paciencia en la vida real" y concluí que es algo que debo desarrollar, así que aquí me encuentro contándoles, cómo hoy he empezado a poner los zapatos de caucho en el asfalto.

Encuentré un blog interesante que dice cómo entrenar semanalmente, es decir el inicio del inicio y he realizado exitosamente el primer día, si se han sentido de la misma manera o han tenido pensamientos similares, pues háganse la pregunta ¿qué les hace falta para dar el primer paso hacia lo que desean obtener?

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viernes, 15 de junio de 2012

La Semana del Buen Vecino

Tuvimos una reunión con los compañeros de mi esposo para despedir a uno de sus colegas y cada uno tenía que llevar un típico plato de su país, a petición de mi esposo llevamos enrollado de atún, el cual modestia aparte, me queda muy bueno.

Pero hice demasiado, así que el segundo rollo decidí brindarlo con mis vecinos, con quienes no hablo y a duras penas los saludo si es que los llego a reconocer.

Pero cuál iba a ser mi excusa para darles de comer a esta gente y que me abran la puerta, pues sencillo inventaré una tradición ecuatoriana, total, no creo que se pongan a buscarla en internet para corroborar mi versión.

- ¡Din-Don! - Hola soy su vecina vengo de Ecuador y hoy celebramos en mi país la "Semana del Buen Vecino" y quería compartir con usted este plato típico'. Sonrisa amigable, dientes blancos.

Puerta 1: Una señora que vive a la derecha de la puerta de mi casa, la he visto en varias ocasiones, fácil de recordar porque cojea de una pierna y vive con otra señora que le encanta andar en bicicleta.  La del bastón me saluda siempre, la de la bici cuando le da la gana.

Me abre la puerta la del bastón, sonríe, le digo la frase citada y me responde enternecida 'No debías molestarte, muchas gracias por tu atención'. Se queda parada al pie de su puerta para ver si es sólo con ella, a lo mejor pensó que la quiero envenenar y ve que me dirijo a la puerta del otro vecino y me dice 'Tal vez no lo encuentres, a veces no está en las mañanas' y le respondo sonriendo 'Veámos, a lo mejor tengo suerte' y con eso cierra su puerta, nuevamente agradeciendo el gesto.

Puerta 2: Un señor a la cual con hoy, lo he visto 4 veces, no recuerdo su cara y sólo lo escucho toser desde el balcón, usa el peinado de Wolverine, en versión calva de la frente a la coronilla, pero parado a los costados.  

Cuando timbro y le digo mi cantaleta, me dice 'Gracias pero tengo que salir'. "A ver hijito, yo no estoy diciendo que voy a comer contigo, estoy trayendo esto para que te la comas solito, doblada o como te apetezca, así que no te hagas el exquisito y trae un plato para que puedas comer mi delicioso enrollado de atún". Y una vez más, eso no fue lo que sucedió, sino que sonreí con cara de "me está entendiendo mal" y dije 'no, no, esto es para usted, ¿podría traer un plato para compartirle una porción?' Sonrisa tierna y cabeza ligeramente inclinada hacia un costado.
Creo que la veterana del bastón estaba viendo todo por el ojo mágico de su puerta y estoy segura que ambos están contemplando el plato para ver si se lo comen o lo botan a la basura.

Después de vivir ignorando a todo el mundo y pasar como uno de ellos, antipática y quemeimportista con los nuevos, rompí hoy el hielo, para alimentarlos y que el piso sea un poco más cálido, aunque para serles sincera, cuando decidí compartir con ellos mi delicioso enrollado de atún, lo hice sin ninguna finalidad, claro en el proceso pensé "de ley escribiré al respecto".

Lo que sí puedo concluir por lo pronto, es que por suerte aquí no ha llegado la banda de ladronas "Dulces Sueños", porque si a mí me toca la puerta una "vecina" que no conozco, ni si quiera se la abro.


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jueves, 14 de junio de 2012

Evadir es mejor que lamentar

Me dirigía a la lavandería, como lo hago todos los jueves desde que vivo aquí, y veo paradas en el jardín del edificio a dos mujeres, mayores, de faldas largas, bolsos grandes y cómodas sandalias. Buscaban un número o una dirección.  Como es característico en mí, si hago contacto visual saludo (sin esperar respuesta) y continúo.

Me dicen en inglés '¿habla inglés?', "seguro están perdidas" pensé. 'Sí, dígame' respondí.

'¿Cree usted que todas las tragedias del mundo han sido indicadas previamente en la biblia?'. 

"¿Qué cosa? A ver qué no se ha dado cuenta que son las 9 de la mañana, que estoy en fachas de casa lavando la ropa en un hermoso día de casi verano, y usted me pregunta ¿qué? Yo le voy a preguntar ¿está loca? ¿Le apesta el pelo?" Fue lo que evidentemente pensé, pero lo que realmente respondí fue 'bueno eso depende de quién la lea y de cómo desee interpretarla'.

- ¡Ooolee! - escuché a mi inconsciente venerando mi diplomacia.

'Claro, tiene razón' afirmaron con mi respuesta.

No sé cómo una cosa llevó a la otra, pero la secuencia de la conversación fue algo así, de dónde eres, vives aquí, qué tal cómo te has integrado y el orden del rostro de ellas fue "soy buena", "me interesa", "oh sudamerica, pobre seguramente", "ah si es estudiada", "y ha trabajado"...

Y en eso llego a la parte en la que digo 'no me siento aún identificada con la cultura, porque los latinos somos más fraternos, más amigos, tratamos de integrarnos y bueno también el hecho de no socializar con mucha gente de aquí hace que mi círculo de amistades sea bastante limitado (optimista realmente por no decir nulo). Por ejemplo estoy jugando softball y cuando celebro una buena jugada me miran extraño, como si hiciese mucha bulla, la verdad es que aquí son raros... bueno, no raros, somos diferentes, pero yo no pienso cambiar, porque soy feliz como soy' y sonreí.

Mientras habla todo este poco de detalles de mi vida personal, el mismo que no comparto con gente desconocida, me hacía una pregunta mientras no dejaba de hablar "¿por qué cuentas esas cosas? ¡Silencio!".

El rostro de ellas ya no tenía gesto propio, sólo una sonrisa "comprensiva" automática y nada sincera.

Entonces decidí auto-pincharme la burbuja en la que había caído cual monólogo de mi autobiografía por Alemania y pregunté '¿y ustedes de dónde son?'

'De Alemania', responden mientras tragan saliva. 

Mi cerebro cavernícola me dijo: "¡Toma! Eso te pasa por andar hablando de más."
Mi ego suspiró: "¡Dios Santo! Que se abra la tierra y me trague AHORA.
Mi sentido de culpa me dijo con voz de Homero Simpson "¡Ugh! Creo que mejor me voy".
Pero mi cara dura preguntó 'Y ¿por qué si ustedes son alemanas y estamos en Alemania, estamos hablando inglés?' Y les eché una mirada de "¡Sí ven que son raros!"

- ¡Oole! ¡Oole! ¡Oole! ¡Oole! - Se ponen mi cerebro, mi ego y mi sentido de culpa de pie y empiezan a aplaudir por tan crucial evasión.
 

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