viernes, 15 de junio de 2012

La Semana del Buen Vecino

Tuvimos una reunión con los compañeros de mi esposo para despedir a uno de sus colegas y cada uno tenía que llevar un típico plato de su país, a petición de mi esposo llevamos enrollado de atún, el cual modestia aparte, me queda muy bueno.

Pero hice demasiado, así que el segundo rollo decidí brindarlo con mis vecinos, con quienes no hablo y a duras penas los saludo si es que los llego a reconocer.

Pero cuál iba a ser mi excusa para darles de comer a esta gente y que me abran la puerta, pues sencillo inventaré una tradición ecuatoriana, total, no creo que se pongan a buscarla en internet para corroborar mi versión.

- ¡Din-Don! - Hola soy su vecina vengo de Ecuador y hoy celebramos en mi país la "Semana del Buen Vecino" y quería compartir con usted este plato típico'. Sonrisa amigable, dientes blancos.

Puerta 1: Una señora que vive a la derecha de la puerta de mi casa, la he visto en varias ocasiones, fácil de recordar porque cojea de una pierna y vive con otra señora que le encanta andar en bicicleta.  La del bastón me saluda siempre, la de la bici cuando le da la gana.

Me abre la puerta la del bastón, sonríe, le digo la frase citada y me responde enternecida 'No debías molestarte, muchas gracias por tu atención'. Se queda parada al pie de su puerta para ver si es sólo con ella, a lo mejor pensó que la quiero envenenar y ve que me dirijo a la puerta del otro vecino y me dice 'Tal vez no lo encuentres, a veces no está en las mañanas' y le respondo sonriendo 'Veámos, a lo mejor tengo suerte' y con eso cierra su puerta, nuevamente agradeciendo el gesto.

Puerta 2: Un señor a la cual con hoy, lo he visto 4 veces, no recuerdo su cara y sólo lo escucho toser desde el balcón, usa el peinado de Wolverine, en versión calva de la frente a la coronilla, pero parado a los costados.  

Cuando timbro y le digo mi cantaleta, me dice 'Gracias pero tengo que salir'. "A ver hijito, yo no estoy diciendo que voy a comer contigo, estoy trayendo esto para que te la comas solito, doblada o como te apetezca, así que no te hagas el exquisito y trae un plato para que puedas comer mi delicioso enrollado de atún". Y una vez más, eso no fue lo que sucedió, sino que sonreí con cara de "me está entendiendo mal" y dije 'no, no, esto es para usted, ¿podría traer un plato para compartirle una porción?' Sonrisa tierna y cabeza ligeramente inclinada hacia un costado.
Creo que la veterana del bastón estaba viendo todo por el ojo mágico de su puerta y estoy segura que ambos están contemplando el plato para ver si se lo comen o lo botan a la basura.

Después de vivir ignorando a todo el mundo y pasar como uno de ellos, antipática y quemeimportista con los nuevos, rompí hoy el hielo, para alimentarlos y que el piso sea un poco más cálido, aunque para serles sincera, cuando decidí compartir con ellos mi delicioso enrollado de atún, lo hice sin ninguna finalidad, claro en el proceso pensé "de ley escribiré al respecto".

Lo que sí puedo concluir por lo pronto, es que por suerte aquí no ha llegado la banda de ladronas "Dulces Sueños", porque si a mí me toca la puerta una "vecina" que no conozco, ni si quiera se la abro.


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2 comentarios:

  1. loable iniciativa, con sabor agridulce por lo que veo. pero, déjame decirte que el enrrollado de atún no es un plato típico del Ecuador, es uno de esos universales como la sopa de pollo.

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    1. Hubiese tenido un sabor agridulce lo al hacerlo lo realizaba con alguna expectativa, pero como sólo lo hice por hacerlo, me tuvo realmente sin cuidado el resultado.

      No sabía lo del enrollado de atún, por suerte dije plato típico y no especifiqué que sea ecuatoriano, es un "típio universal" entonces je je.

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