miércoles, 22 de mayo de 2013

Los diez ladrones de tu energía (#2)

" 2- Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo cobra a quién te debe o elige dejarlo ir, si ya es imposible cobrarle." 

Es bastante práctica esta solución. Si prestamos algo que sabemos que necesitaremos en el futuro, su ausencia cuando el futuro llegue nos creará una necesidad, un enojo posiblemente ya que nos sentiremos frustrados o defraudados si la persona no nos devuelve los prestado, de igual manera sucede cuando la demora es nuestra.

A mí me pasa algo muy curioso, cuando tengo una deuda, primero, la trato en lo posible de pagarla a tiempo, pero hay ocasiones en la que no he podido y ahí es cuando viene el momento bochornoso, la llamada de la disculpa dias previos a la fecha de pago ofrecida para indicar que no llego y que me extienda el plazo, la verdad me siento fatal, es más sólo de escribirlo y recordarlo he sentido el mismo nudo en la garganta, que es el que sentía al realizar la llamada, terrible, por suerte, la persona del otro lado entendía la situación. Sané mis deudas hace algunos años ya y ahora aprendemos a vivir de acuerdo a qué tan real son nuestras necesidades para adquirir o no algo.

Hace uno días, una señora, con quien recién nos estamos acercando para conversar, me dijo que había comprado dos pasajes a Roma, uno para ella y uno para una amiga de ella, pero que a última hora la amiga no iba a poder ir con ella, así que le devolvió el valor de pasaje.  Esta persona, una señora mayor, me lo ofreció, saqué mis cuentas, y bueno, aunque el valor para gastar en el viaje no era mucho, pues creo que podría sacarle mejor provecho si lo gasto en conjunto con mi esposo, y conocer algo nuevo, los dos. Así que le comenté eso y le agradecí su oferta.  Ella un tanto insistente, me indicó que no me preocupe por el dinero, que ella igual había presupuestado ayudar a su amiga en sus gastos, así que lo podría hacer conmigo también. Nuevamente agradecí su intención, pero le mencioné que estoy acostumbrada a arroparme hasta donde me cubra la sábana. Lo entendió, y prosiguió con otras técnicas de persuasión que no vienen verdaderamente al caso, pero si vamos a ser honestos, la verdad es que simplemente tuve un fuerte presentimiento de que no quiero deberle nada a ella, bueno realmente a nadie, y eso convierte en mi mente que las deudas no es sólo dinero, es un favor, es una acción, ... es un grillete, para el que cree que pagarlas es una obligación por su puesto.  

Por ende, realmente podría concluir que cuestión de libertad, de sentirte libre de andar por la calle, por el camino que deseas, feliz con lo que eres y tienes y si regresamos al tema del dinero y sabes que para las cosas grandes necesitas un préstamo para obtenerlas, creo que hay cosas que se pueden conseguir desarrollando cultura de ahorro, de manera que no pagas porque es un deber, sino que ahorras porque es un sueño por realizar.


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