Para oir mientras lees
-¡Hola! ¿Deseo saber cómo puedo registrarme para poder brindar servicios prestados, como vendedor de artesanías y cosas hechas a mano, como maestra de reiki y como consultor personal (life coaching y consultor de marketing)?
Sonrie, la señora, mientras me mira con la cara un tanto desfigurada.
- Para la venta de artesanías debe de estar registrado en la cámara de artesanos y cuando le entregue su licencia, podrá sacar la suya acá. Para el reiki tiene que presentar un examen en otra ciudad que es la única que emite ese tipo de certificados que aseguran sus conocimientos.
Mientras anotaba todo lo que me decía se acerca un compañero de ella a hacerle una consulta, en dónde agrega entre dientes "sí es de las que cree que uno puede llegar aquí y hacer lo que quiera".
Iba a responderle que calificaciones en mi país tengo, pero que si estaba ahí era para entender qué es lo que tengo que hacer acá, para que lo que yo sepa juegue bajo las reglas, si quiesiera hacer lo que quiera, escribiría un blog sin fines de lucro... ah no perdón eso ya lo hago.
Esta conversación fue después de mi primera entrevista de trabajo, una segunda y una tercera que tuvieron similares reacciones intestinales en mi organismo, situación tenido que enfrentarme con micro empresarios cuyas empresas son del tamaño de una de las salas de capacitación de ventas que me ha tocado dictar, en más de una ocasión, pero vamos, mi cultura sutil evita entrar en polémica... a menos que mi paciencia se agote (virtud de la cual no gozo con exageración), pero voy a investigar cómo ser un empresario independiente y la amable señora lanza un comentario burlón, sin por lo menos preguntarme si soy o no profesional, si tengo alguna experiencia en los temas mencionados, no qué va "¡es de las que cree que puede venir acá y hacer lo que quiera!" ... ¡Gracias!
Pero no feliz con estas situaciones vividas, me enteré que estaban cogiendo profesores para dar clases de español en una de las escuelas de idiomas de la ciudad. Me lo comentó una chica de unos 23 años que conocí hace poco, aprendió castellano en Uruguay, correcto, el español no era su idioma natal, no había terminado su universidad, no estaba estudiando para ser maestra, ni tenía ningún crédito de pedagogía, había enviado su hoja de vida y había sido aceptada para ser profesora, quién la entrevistó, nunca la oyó hablar español, ni le pidió que realice una clase modelo, nada, sólo le dijo que vaya para conversar su horario de clases, lamentablemente por sus clases no pudo acomodar su horario y declinó la oferta. Cuando nos conocimos me hizo la sugerencia de que vaya a presentarme que con mi experiencia en dar capacitaciones, mi humilde certificado de maestro practicante de la programación neurolingüistica y mi idioma natal, el puesto iba a ser mío, de seguro.
Al ir a presentarme me dijo: ¿pero usted no es profesora? ¿ni tiene un título de pedagogía? ¿ni puede hacer una comparación entre la gramática de este país con el del castellano? (claro no hablo el idioma de este país al 100%, pero mi madre que es una maestra lingüista universitaria, siempre me ha dicho que cada idioma tiene su regla y que lo importante es aprenderlo como es, sin comparaciones), para cada pregunta inquisidora, le brindé una respuesta, inclusive para el rebusno que emitió con respecto a realizar la comparación entre ambos idiomas para una mejor comprensión del funcionamiento de la gramática.
Cuando lo acorralé con mis respuestas, las mismas que ya se habían convertido más allá de una búsqueda de trabajo en una defensa territorial, sólo le faltó decirme que "no podía dar clases porque no le daba la gana" le desee un buen día (cero polémica) y me retiré. Porque si hubiese empezado por la única frase que no me dijo, lo hubiese respetado como ser humano, porque a fin de cuenta, entiendo que si estas en esa posición de poder y no te interesa, pues simplemente no te interesa y punto, pero menospreciarme, sin antecedentes simplemente porque ese día se había puesto un calzoncillo apretado, pues no me parece correcto.
Lo cual me lleva a la reflexión, realmente las cosas son tan complicadas como "la he vivido", porque evidentemente no es que me parecen, me han contado, las leí, no, las he vivido, o simplemente son más sencillas pero qué suerte la mía de toparme con estreñidos, la próxima vez que vaya a una cita, iniciaré mi conversación regalándoles unas ciruelas pasas a la persona con quién me toca conversar, para que puedan evacuar en el destino correcto lo que andan compartiendo con el mundo... y estoy segura que para eso no tienen un certificado.
Como diría mi querida amiga Aretha Franklin... "Sock it to me, sock it to me, sock it to me..."
Irina organiza clases de Español en tu casa, con tus conocimientos de marketing, capacitacion y tu buena vibra organiza algo propio combo un club de Español...algo diferente no solo clases aburridas.
ResponderEliminarHola Emi, muchas gracias por tu sugerencia, la tomaré en cuenta sin duda!
EliminarLa verdad es que durante este tiempo me he llenado información para saber por dónde manejarme y poner un pare a este maltrato psicológico, por lo pronto celebro contigo por primera vez en un medio público, que mi título universitario ha sido aceptado aquí y ahora podré iniciar otros proyectos que necesitaban de este documento... pero de seguro, seguiré brindando ciruelas pasas, sólo por si a caso ja ja. Un abrazo!
a esto mas o menos es lo que me refiero:
ResponderEliminarhttp://www.expressnews.uk.com/web2011/index.php?option=com_content&view=article&id=1538%3Asara-caba-si-no-me-hubiera-arriesgado-a-salir-en-mi-bicicleta-a-ensenar-espanol-no-estaria-donde-estoy&catid=73%3Anoticias-carrusel
Buena suerte y disculpa el consejo no solicitado!
Increíble historia Emi, muy refrescante, gracias por compartirla, una aportación siempre es bien recibida, pero si es positiva es recibida con más cariño. ¡Gracias!
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