Aprendiendo hasta que quisiste hacerlo, criticando a los gordos y a los negros, que irónicamente en más de una ocasión fueron los que más te acompañaron.
Guiaste a tus hermanos, hijos, sobrinos, nietos, mientras la razón y la paciencia te lo permitió.
Reíste mucho y de seguro te lamentaste también, siendo la escritura tu herramienta principal para plasmar tus pensamientos, historias y cuentos, la comunicación emocional no era de las más grandes de tus cualidades, pero qué más se podía esperar cuando tu hogar de procedencia compartía el mismo principio, por suerte, encontraste una mujer que lo que no lo habla, lo muestra, creando un hogar para niños que amen soñar y compartan amando, niños que estoy segura te enseñaron mucho también, porque al verlos sentiste que habías hecho un buen trabajo.
Al final de la jornada, en la suma y resta, la balanza queda en positivo y hoy sólo me queda extrañarte, pero cuando me pongo muy dramática en el tema, encuentro en mi memoria alguna anécdota en la cual no me queda más que entre lágrimas soltar un carcajada.
No dudo que cuando llegaste te hayan recibido con una cosecha de buen whisky, como el que tomaron el día que naciste.
Ahora, estás en todas partes, eres infinito... libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario