martes, 20 de noviembre de 2012

Un problema de crianza

Desde pequeña, mi papi me inculcó, que no hay que pedirle favores a nadie, para que no tengas que deberle nada a nadie.

Situación que he tratado en lo posible de cumplir y cuando no he podido, porque aceptémoslo, en algún momento de nuestras vidas necesitamos pedir ayuda, he tratado de ser recíproca prácticamente al instante para no quedar en deuda, ya sea verbal o a través de alguna acción para demostrar mi agradecimiento.

El tema llega nuevamente a colación hace unos días, cuando conversaba con una amiga, quién ha obtenido recientemente un buen trabajo y entre esas conversaciones, le pregunté si tenía conocimiento de cómo solicitar trabajo en la embajada o consulado ecuatoriano del país donde actualmente resido.

La verdad es que estar lejos del país donde naciste, creciste, formaste y viviste gran parte de tu vida, hace que quiera hacer algo por él o por lo menos por su gente que se encuentra fuera y claro qué mejor cosa que brindarle un apoyo a los emigrantes desde la oficina formal de su país.

Pues me comentó que realmente los puestos son escasos y que por lo general (no afirmó a ciencia cierta) son por recomendaciones, me nombró a un par de amigos a los que podría acudir para solicitar dicha recomendación y mientras más me indicaba el 'procedimiento', mi mente (ya saben yo y mis eternos diálogos internos) resoplaba 'no, no, esa no es la manera, o por lo menos no es tú manera'. 

Terminamos la conversación yo escuchando su consejo y diciendo, "lo pensaré", aunque seamos francos, ya a estas alturas deben de conocerme un poco y saben, que yo tiendo a ser sutil cuando estoy en desacuerdo con algo, pero ¿por qué mi mente se puso tan airosa con el tema?

Recordé las palabras de mi padre 'no hay que pedirle favores a nadie, para no deberle nada a nadie' y comprendí, que no es sólo una enseñanza, había un conocimiento más allá.

¿Qué es un deuda?
Deuda, entre varias explicaciones es una obligación moral que una persona contrae con otra. (más significados aquí).

¿Y cuándo es pagada esta deuda?
Cuando la persona con la cual contraigas el compromiso lo disponga.

Claro, todo tiene lógica y es muy simple, pero qué sucede cuando los términos no son aclarados a tiempo y el favor se convierte en un compromiso eterno. Literalmente eterno.

Cuántas veces hay personas que llegan a algún lado por un favor y dejan de actuar según lo que consideran correcto porque 'se la deben a alguien' y como están en 'agradecimiento' con esa persona tapan errores o malas acciones.

A veces, el compromiso se vuelve hereditario al entorno de prestador, a sus creencias políticas, al hijo del sobrino del hermano cuya posible reputación no vaya de la mano con nuestros principios, pero ahí estamos agarrados de las manos, sin escapatoria, 'porque te la debo'.

Lo bueno es que toda este mar turbio de pensamientos revueltos, llegan a la misma conclusión que he tenido hace algún tiempo y con la cual creo que vivo en la actualidad tranquila, recibo lo que me brinden, en caso que lo necesite y lo agradezco con una sonrisa, doy sin expectativas cuando puedo y cuando no, digo no puedo lo siento mucho y sigo con mi libertad de pensamientos y decisiones que se acomodan y acoplan según el sistema en el que me toca desenvolverme, manteniendo los principios que considero correctos, desde mi punto de vista.

Y con respecto al consejo de "¿porqué no hablas con XYZ? es un buen contacto, pierde la vergüenza". Respondo: "No es un problema de vergüenza, es un problema de crianza... me enseñaron a ser libre a mis pensamientos y creencias (cualquiera que estan sean)".

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Frida, la viuda del barrio.

Y Frida creció.

Fue una madre joven, promiscua, podría decirse. Llevó en su vientre a tres gatitos dos de ellos salieron igual a ella y uno igual al supuesto padre.

Los tres 'mejoraron' su raza, porque salieron con los ojos azules, hermosos, les conseguimos un hogar donde esperamos los sigan queriendo y cuidando y fue un hogar con aprobación, no con obligación (como nos pasó con ella). 

Pero decidimos que hay que ser un poco responsables y que como Doña Frida, le gustaba pasearse por todas las casas del vecindario y se rehusaba a tomar píldoras anticonceptivas, decidimos ligarla.

El problema con Frida era que tenía muchos novios, el haber sido operada no le quitaba el celo y aunque los gatos suelen ser muy lindos, cuando se ponen así, verdaderamente es bastante fastidioso, ella en lo particular empezaba a correr por toda la casa hasta que la dejen salir, al encuentro con el vago del barrio que la esperaba siempre el en techo de la casa de alfrente.

Tuvo bastantes amores, uno era un gatito de casa, venía con un cascabelito, muy bonito, creo que con él se fue a pasar un feriado, porque no apareció por varios días, mi mami estaba atormentada, la pobre y se terminó el feriado y la gatita apareció, mi teoría que es que el gatito como era de 'casa' la invitó a pasar con él y ella no pensó en las consecuencias y se fue sin avisar. Pobre lo atropellaron un tiempo después.

Luego el vecino adoptó un gato, se parecía al del cascabel y la conquistó, pero él para desmostrar su hombría siempre le buscaba pelea a Figo, pero Figo es un gato simbólico (o sea que también está operado) y no tenía esas necesidades animales de "esto se defiende como macho, tu y yo afuera" y le ignoraba su capricho 'macho-gatuno', hasta que un día lo tocó.  Figo siempre ha sido muy fino, caballero, es muy elegante y educado, parece de la realeza con poses y todo, pero como es grandote (mis amigos dicen que parece un perro) y es bastante fuerte, le dió tres patadas y dos puñetes y el gato no molestó más. 

El problema es que le dió bastante duro y al huir de mi patio y saltarse la pared para regresar a su casa, el gato del vecino dió un mal brinco y se lastimó la patita, tiempo después por no recibir los cuidados adecuados murió.

En otra ocasión, venía por Frida un gato siamés, parece que también era de la casa, el típico gato gris y un gato negro, con los bigotes caídos, los ojos verdes amarillentos, la cara cortada, malo, uno sentía su maldad una mala influencia, pero ahí estaba la doña, con ese, ¿por qué no con el siamés? no, con el pulgoso, el maloso, ese. No duró mucho, creo que lo atropellaron también.

Hubo otro que lo botó Arturo de la casa y ella gritaba alterada "no, no, déjalo, yo lo amo", pero se fue despavorido. Claro, ese era super conchudo, imagínense que un día regresé a la casa después de una fiesta y esta libertina había metido a amigo a la casa, sin permiso y al cuarto de mi mami, esto ya fue el colmo, el pobre se puso tan nervioso que se quería salir por la ventana, que estaba cerrada, y yo de decía "Oye por aquí", con la puerta de par en par y nada, se dió como tres veces contra la ventana, hasta que se la abrí, porque los nervios no le permitieron comprender que había otra forma de salir de la casa. Atropellado.

Ya Frida comprendió, que no puede andar por la vida sacrificando novios, así que la edad y la tranquilidad que ahora la acompaña la ha convertido en una gatita casera y engreída, vela por Figo quién de vez en cuando pelea con algún inoportuno que se burla de él por estar incompleto y sigue tomando sol en los helechos y durmiendo en lugares cálidos y esponjosos.