jueves, 3 de mayo de 2012

El Gatito y El Perrito

Mis padres han sido maestros 24 horas al día, de profesión y vocación.

Mi mami, que es europea, creció siempre con la independencia que su país le brindó, nos enseña cómo debemos de abrirnos caminos, dónde no existen ni si quiera senderos y a cómo tener paciencia sin temerle a los cambios con tal de conseguir nuestros objetivos.

Mi papi, un poco menos estricto que mi mami en la casa, no incentivaba siempre a soñar y a mantener el norte con sapiencia y vitalidad. 

Ambos llegaban un poco tarde a casa y los momentos compartidos iniciaban realmente, a partir de las 6 de la tarde, bueno, mi mami siempre se daba sus escapadas para que almorcemos juntas y nos dejaba haciendo los deberes para que en la noche no andemos con imprevistos, por supuesto, siempre salíamos con alguno, pero ese ya es otro tema.

En la noche, luego de cenar, veíamos televisión un rato y hasta los 13 años mi mami me hacía dormir.

Nunca quise decirle que desde los 7 años podía dormir sola, porque realmente sentía que ella lo disfrutaba más que yo, así que dejaba que lo haga sin queja y lo tomaba como parte de "nuestro tiempo".

En todo caso la rutina nocturna era un poco así, terminar de comer, ver las noticias con mi papi, lavarse los dientes, besito al papi y mamita al cuarto para hacerme dormir.

Lo gracioso viene a continuación, mi mami siempre me contaba un cuento, que nunca ha existido, que se llama, según ella, "El Gatito y El Perrito".

Y era más o menos así:

"Había una vez un Gatito y un Perrito que eran hermanos, estudiaban juntos, jugaban juntos, corrían juntos y eran muy buenos amigos.  Al llegar la tarde su mamá los bañaba para que coman limpiecitos en la cena, pero el Gatito, que era muy travieso, se había escapado mientras Perrito esperaba su comida.  En esto se escuchan unos gritos, acompañados de lamentos y entra a la casa llorando Gatito, un carro había pasado rápido por la calle y cayó en un charco de la vereda, salpicando esa agua sucia sobre el pobre Gatito. La mamá lo tranquilizó y lo sobó y lo sobó ... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz..."

"¡Mami, mami! ¿Qué pasó con el Gatito? ¡Mami!"

"... ah sí entonces entra corriendo y llorando el Gatito y la mamá lo toma en sus manos y lo sobó... zzzzzzzzzz"

"¡Mami, mami, mami!

Había caído en un sueño profundo, siempre se dormía en la misma parte de la historia, por ende un día dejé de despertarla, al principio me quedaba como búho en las noches viendo al techo, para eventualmente dormirme.  Nunca supe cómo ha terminado la historia, porque cuando le dije a mi mami "Por favor ya cuéntame como acaba esto", ella respondió muerta de la risa "no sé, siempre me lo inventé".

4 comentarios:

  1. Excelente Irina, tienes tantas anécdotas que compartir..en esta historia tan personal, tan íntima, sin mayores pretensiones logras que reflexionemos acerca de la importancia relación maternal. Como tengo memoria visual cada vez que leo algo lo imagino, y fue muy grato imaginarme esta escena.
    Un abrazo
    Angel.

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    1. Gracias Angelito, como siempre tu brindando lindas aportaciones, para seguir escribiendo con el amor que lo hago, porque esa es la idea, tratar de generar cosas positivas a quién lo lee y mucho mejor cuando se trata de un amigo.
      Abrazos para ti también.
      Irina

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  2. Iri, al fin estoy dándome tiempo para leer tantas cosas lindas que compartes, tan sencillas y profundas, como es el amor de verdad, el amor de las mamás...yo tengo muchas de estas con Sofía, me tocaba bajarle el nivel a las mías o se emocionaba mucho y luego no dormía. Hermosas madres y hermosas hijas. Besos, gracias por compartir...Gioconda

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    1. ¡Hola Gioco!
      ¡Qué agradable sorpresa! Me alegro que te haya gustado mi micro historia y que a su vez te haya recordado tus vivencias.
      Abrazos,
      Irina

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