martes, 22 de mayo de 2012

Clientes (I Parte)


Dentro de los análisis del comportamiento del consumidor observamos una variada gama de clientes. Pero si pensamos obejtivamente y sólo los vemos como personas que ingresan por una puerta, podríamos obtener una primera y muy acertada calificació.
- Persona que entra a una tienda con una necesidad (definida), la encuentra y la compra.
- Persona que entra a una tienda con una necesidad (inconclusa) y pasea por el local mirando (o puede ser que compre).

Una vez un promotor de una marca con la que trabajé me dijo. "Yo no gasto mi tiempo con las personas que entran a mirar al almacén, yo voy directamente con el que sé que va a comprar. He afinado mi ojo y sé cuales son esas personas."

¡ERROR GARRAFAL!

Si estamos en nuetras casas y nos damos cuenta que se ha terminado el pan y sabemos que mañana no vamos a tener qué desayunar, salimos de nuestras casas con el propósito de comprar pan, hay una motivación "satisfacer una necesidad" y vamos en su búsqueda. Encontramos el pan, lo tomamos, lo pagamos, nos lo llevamos.

Tal vez durante el paseo por la pequeña tienda o despensa o en el supermercado, algo llamó nuestra atención y si fue lo suficientemente atractivo o provocador y cuentamos con el dinero suficiente, nos lo vamos a llevar también, de lo contrario pasamos "mirando".

Esta regla aplica para todos los mercados.

Si una persona entra a un lugar, en busca o no de algo, debemos de considerar siempre, que en ese preciso momento, ella nos está abriendo la puerta de su espacio personal y nos está diciendo "Aquí hay algo que me interesa o que puede llegar a interesarme, ¿alguien por ahí?".  

No importa cuán afinado tengan el ojo para detectar al cliente que va a comprar en ese momento, la gracia, es sembrar siempre, para cosechar hoy ... o mañana. @caminosclaros.


Enlaces similares:
Clientes (II)
Clientes (III)

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