El principio del Carnaval proviene de una celebración cristiana indicando el inicio de la cuaresma, actividad previa que se realiza a la Semana Santa.
En la Edad Media, la Iglesia Católica sugirió una etimología, en donde los viernes de la cuaresma las personas no deberían de comer carne. Ese evento en latín fue "carne-levare" (abandonar la carne).
Con el tiempo apareció otra etimología que fue "carnevale", esta es una palabra italiana que significa "la época en la que se puede comer carne" y aunque su significado fue mal utilizado por el tiempo convirtiendo esta festividad en una celebración pagana, no estoy aquí para hablarles de historia, eso se la dejo para que la investiguen.
Realmente lo que deseo contarles es una de las tantas anécdotas que este fecha me acompaña.
En Ecuador, el Carnaval se celebrar con agua, pequeños globos son llenados con agua y aventados hacia las personas con las que se está jugando. En otras ocasiones, unas un poco más antiguas es hacer una mezcla entre todo lo que encuentras en la cocina y agua para hacerlo como una papilla, ingredientes infaltables, huevo y harina y de ahí todo lo que se les cruce.
En mi familia las guerras son interminables, porque sólo las jugamos el lunes de carnaval pese a que sea un feriado largo.
El día lunes llegó, a ponerse la ropita más vieja y no esperar bañarse o cambiarse si no es para ya irse a dormir o no salir del cuarto. Nos despertamos y yo siempre corría al bando de uno de mis primos, Rafa, él siempre ha sido el más salvaje, picado y alegre para estas fiestas, si eras del equipo contrario, no vivías para contarlo, pero si eras de su equipo era toda una estrategia de guerra, siempre sabía a quién lanzarle primero para que todo detone y como hacer para que todo dure, un genio.
Un día estábamos en la playa, en la casa de su hermana, cuya casa está a lado de una de las hosterías más hermosas que podrían encontrar en Ayampe, La Tortuga, la regla siempre ha sido, si juegas de casa a casa no mojes ni ensucies al huésped, y claro, como no hemos querido nunca perjudicar a nadie, la respetábamos.
Pero eso día fue diferente, la guerra había empezado, globos se cruzaban de un lado al otro, debías de proteger tu espalda porque si alguien pasaba detrás tuyo podías exponerte a que te revienten un huevo en la cabeza, la estrategia no es ensuciarse, sino sobrevivir, y nunca cambiarse, el primero que se cambiaba de ropa para decir "ya no juego" recibía doble globazos.
Por ahí estaba un señor de unos 50 años, me arriesgaría decir que era europeo, primero empezó a tomar fotos de todo este espectáculo, personas escondidas detrás de plantas y muros sólo para sorprender al objetivo, la reacción como todos eramos familia o amigos cercanos era la misma, súplica del "no por favor", resignación, carcajada y venganza.
Por ahí estaba un señor de unos 50 años, me arriesgaría decir que era europeo, primero empezó a tomar fotos de todo este espectáculo, personas escondidas detrás de plantas y muros sólo para sorprender al objetivo, la reacción como todos eramos familia o amigos cercanos era la misma, súplica del "no por favor", resignación, carcajada y venganza.
De repente el señor sonreía más de lo que tomaba, hasta que decidió guardar la cámara, empezó a pasearse frente a la zona de disparos, como suicida, pero había una regla que respetar y todos dejábamos de lanzar los globos. Después de pasar caminando, esperaba a que alguien lance el globo y aparecía sorpresivamente pero siempre alguien interrumpía el impacto y se disculpaba por "el inconveniente", en un momento no soportó más, cogió un globo y se lo lanzó a cualquiera que por ahí se le cruzó (no tenía claro los bandos, seguramente) y en un micro segundo todos nos miramos asombrados, la siguiente reacción fue "¡¡ahhh quieres jugar!!, ¡¡toma!!" y pobre le cayeron los globazos como aguacero, qué sonrisa tan amplia que tuvo, una sonora carcajada, maravillosa, era como si de repente se volvió a sentir vivo o había despertado de algún periodo cíclico, tedioso y aburrido, hermoso, me hubiese querido fotografiarlo, después de esa tanda de globazos, todos continuamos con la guerra, pero ya sabíamos que él también era un objetivo, así como él, vinieron unos cuántos huéspedes más a integrarse en la batalla, todos empezaron con la misma estrategia de disparar primero.
El carnaval se sigue realizando de la misma forma, hay tradiciones que no cambian y la regla con el huésped se sigue respetando en caso de que deseen visitar la hostería.
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Gracias por leer @caminosclaros.
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Ayer fue la guerra de globos en mi casa, le lleve el balde a los chicos y a mojarnos todos, fue fantastico y lo disfrutaron mucho, las fotos aparecen en el face de mi esposa....Saludos Manjar
ResponderEliminarEstán lo máximo Negro!!
EliminarCuando tengas fotos taggeame o mándame siempre a ver con qué cuénto o anécdota puedo salir :)
Abrazos amigo querido y ojalá y te apanen!