Presumo que algún cambio me está rondando. Que existe algún tipo de inconveniente irresoluto o sencillamente creo que me encuentro ocupada.
Lo cierto es que he intentado escribir desde noviembre e inicio con una buena idea y luego cuestiono mis propios argumentos, transformando mi estilo, si es que se puede decir que tengo alguno, en ideas que no sólo cambian de forma mientras las lees, sino que hasta se cuestionan y contradicen. Así que llego a la mitad del escrito. Lo pongo en el borrador y cuando lo vuelvo a leer, decido borrarlo.
La verdad, no es que me moleste no escribir, siempre escribo cuando quiero, pero me gustaría entender el cambio o el motivo de este silencio no verbal.
En tal caso, decidí que no deseaba esperar para la entrada triunfal y preferí hacer esta acotación a la situación, porque considero que cuando hay algún bloqueo, pues siempre hay que ver la forma en cómo se lo impulsa para salir adelante. Así que me disculpan, si por no darles una anécdota, una reflexión, algún mensaje o por lo menos un chiste, pero hay que darle espacio a la mente a que organice sus ideas, para que luego las traduzca en palabras.
¡Muchas gracias! ¡Hasta la próxima entrada!
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