"8-
Enfrenta las situaciones tóxicas que estás tolerando, desde rescatar a
un amigo o a un familiar, hasta tolerar acciones negativas de una pareja
o un grupo; toma la acción necesaria."
Esta me cae como anillo al dedo, justamente ayer la estaba comentando con un amigo. Desde mi llegada a este país he fallado en dos cosas.
1. No darle valor a los que soy y lo que hice, porque venimos de un país "pobre", "tercermundista" y te enfrentas a una primera potencia, evolucionada, perfeccionista.
2. Caer en la comparación, por su puesto, al no sentirte realizado, impotente con las trabas presentadas, entre el idioma, las nuevas reglas del juego y la actitud quemeimportista o hiriente que se percibe así, por venir de otra cultura, una mucho más sutil y cálida.
Pues en Enero , después de identificar el destino correcto , prometí no volver a llorar o preocuparme por, salir de mi cascarón, mi burbuja, miedos construidos, fantasmas mentales y cualquier otro problema o malestar percibido por el cambio emprendido. Un año y medio más tarde, acepté que vine rota, con un ego herido, producto de otras historias (injusticias laboras, ex amistades, problemas en general), esto más una sumatoria de estres acumulado por un cambio de casa que me tocó afrontar sola, dejar todo lo que me tenía contenta, para alcanzar un sueño y una creencia, "la familia crece junta y con amor todo se puede". Qué dificil fue salir, qué dificil fue llegar cuando no quisiste salir y qué dificil ha sido cambiar tu mentalidad, por ajustarte, cuando en teoría, te sentías feliz de ser como eras, para luego 21 meses más tarde, aceptar que estabas equivocada..., al menos en la última frase, porque he descubierto que el cambio también trae la felicidad, porque la fórmula de mi felicidad en Ecuador, no es la misma que funciona aquí, pero lo sigo buscando, ajusto un ángulo, aflojo otro.
No hablo tanto como antes, no me interesa hacerlo, digo lo que me place, cuando me place y a quién me place, he aprendido a decir que no a peticiones que no me placen hacer y continuo con mi preparación, elaborando ideas y aterrizandolas, planificando pequeños pedazos que me correspondan para avanzar, sembrando, algunas cosechando y algunas a punta de florecer, porque no hay peor cosa que no hacer nada, para que nada pase.
Esa nada, esa traba, ese vacío, ese limbo, sólo fue mi producto, mi mala estrategia, una mala fórmula y aunque 630 días después sigo sin encontrarla, por lo menos me estoy divirtiendo buscándola, 15.120 horas, y descubres que en tu búsqueda, entre la prueba y el error, ha crecido tu corazón, alimentado tu alma... convertido en un mejor ser humano minuto a minuto, durante los pasados 907.200 minutos y ahora reconoces, que cada minuto es valioso para apreciarlo como es y afrontarlo como venga, sin menospreciar ni menospreciarte, ni traer comparaciones a tu memoria, ¿puedes solucionarlo? Hazlo, ¿no te toca solucionarlo? sigue tu camino, cualquiera que ese sea.
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