"4- Elimina en lo posible y delega aquellas tareas que no prefieres hacer y dedica tu tiempo a hacer las que sí disfrutas."
Eso es como el dicho que dice "hay que hacer lo que nos gusta, para que no tengamos que decir con mala cara, -¡hoy voy a trabajar!-".
Pero que el tema de la delegación, no es sólo haya "no hacer lo que no nos gusta", sino creería que también es un acto de prioridad y humildad.
Prioridad, porque previamente a la delegación clasificas lo que es prioridad para ti y que sabes que tú debes de hacerlo y en paralelo delegas a tu mejor candidato para dicha actividad a que realice lo que necesitas que también se haga, pero que no necesariamente debe de ser hecho por ti.
Humildad, la invoco también, porque hay muchas personas que pueden hacer de todo hay otras que se han dedicado todo el tiempo a especializarse, hay que ser humilde de aceptar que uno puede hacer algo bien, pero que hay otro, quien lo hace mejor y partiendo desde este concepto, hay que preguntarse, ¿la actividad X deseo hacerla bien o deseo hacerla excelente? Una vez obtenida tan simple pregunta delegas a tu mejor candidato, la actividad que sabes que está en mejores manos.
Mientras creces (profesional, personal y espiritualmente), encuentras en tu camino que parte de tu aprendizaje fue (es y será), hacer algo que no te parezca, para comprender por qué no te parece y aprender a mejorarlo. Hay quienes son más prácticos, toman un buen consejo de alguien que les dice "por ahí no" y parten desde ahí. En mi caso creo que tengo una mezcla de ambos, en la parte profesional tomo un consejo cuando la solicitud hecha no va de la mano con lo que ya conozco y me toca aprender, y aunque lo hago con cautela (porque no soy de las que tomo consejos a ciegas), lo hago como me lo solicitan, pero sin dejar la curiosidad a un lado y tratar de intentar mejorarlo (una vez que ya comprendo su funcionamiento), pero en lo personal y espiritual, aquí sí parto desde lo que yo aprendí, yo asimilé, y es por eso que cuando me hacen una consulta, siempre hago la aclaración que no soy dueña de la verdad, pero que estoy feliz con la mía y que si quieres te la comparto.
Personalmente no delego porque no quiero, delego porque estoy consciente de que pueden haber muchas personas que hagan las cosas mejor que yo, y al igual que lo planteado al inicio, a mí, déjenme hacer lo que me gusta y si no puedes hacerlo siempre, por lo menos disfruta de cada momento en que sí puedas hacerlo.
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